Oye, mírame. Hoy quiero decirte algo.
Quiero que sepas que yo también he pasado por ahí. Que sé lo que se siente, sé cómo te da un dolor de barriga que no puedes evitar y cómo el corazón te va a mil. Sé lo que es llorar sin parar y que ningún consuelo te sirva. Incluso sé lo que es necesitar un abrazo de verdad.
Quiero que sepas que yo también he perdido a quien nunca quise perder. Que yo también tengo una estrella ahí arriba. Que también hubo alguien que se fue sin querer irse, sin avisar y con toda una vida por delante.
Quiero que sepas que yo también tuve muchas preguntas sin resolver. Que también pensé que jamás iba a seguir adelante, que la vida había sido dura y que esto no tendría que haber pasado. También pensé mil veces “por qué” y no tuve respuesta.
Por eso hoy quiero decirte algo. Y no, yo tampoco tengo la respuesta a esos por qués, ni a esto de la vida. Pero quiero decirte que hay personas que se van para brillar aún más, y son precisamente esas las que no nos abandonan jamás, incluso aunque estén allí arriba.
Que al principio puede parecer imposible, pero la vida continúa y debemos quedarnos con todos esos buenos recuerdos que nos dejaron. Porque al fin y al cabo eso es lo que ellos querrían. Es algo que aprendí con el tiempo.
Por eso, no te preocupes, todo irá bien. Echa la vista atrás y guarda todos esos momentos que te hicieron feliz, todas las risas, los abrazos y los besos. Todo eso que te hace sacar una sonrisa cuando piensas en esa estrella de allí arriba.